Un cartero que va de ciudad en ciudad contando historias aparece sorpresivamente con su maleta. Dentro de ella se encuentra un bello cuento, la vida de Don Carmelo un viejecito que vive muy tranquilo en un pueblito del interior de Uruguay. A partir de unos falsos rumores, se empiezan a complicar la historia y la vida de Don Carmelo. Aparecen entonces perros, ladrones, vecinas chismosas… y… el amor. Basado en el cuento Sucedidos 2 de Eduardo Galeano: “Este sucedido sucedió, dicen que dicen, en pueblo y dicen que dicen que había allí un tesoro, escondido en la casa de un viejito calandra. Una vez por mes, el viejecito, que estaba en las ultimas, se levantaba de la cama y se iba a cobrar la jubilación. Aprovechado la ausencia, unos ladrones, venidos de Montevido le invadieron la casa Los ladrones buscaron y rebuscaron el tesoro en cada recoveco. Lo único que encontraron fue un baúl de madera, tapado de cobijas, en un rincón del sótano. El tremendo candado que lo defendía resistió,invicto el ataque de las ganzúas. Así que se llevaron el baúl. Y cuando por fin consiguieron abrirlo, y al ejos de allí descubrieron que el baúl estaba lleno de cartas. Eran las cartas de amor que el viejecito había recibido todo a lo largo de su larga vida. Los ladrones iban a quemar las cartas. Se discutió. Finalmente, decidieron; devolverlas y de a una. Una por semana Desde entonces, al mediodía de cada lunes, el viejecito se sentaba en lo alto de la loma. Allá esperaba que apareciera el cartero en el camino y éste que ya sabía, le traía su carta en la mano Y hasta San Pedro escuchaba los latidos de ese corazón loco de alegría de recibir palabras de mujer”. (Eduardo Galeano)
